Xosé Comoxo
Os feitos vistos por
Castelao
Rematado o hórreo de Fincheira, de Don Mariano Rodríguez (pai de Castelao) despois de dous meses de traballo, o Concello, inspirado por Viturro, acorda multalo ao tempo que lle ordena a súa demolición, alegando, entre outras razóns sen
fundamento legal, a dicir de Castelao, "que “esta clase de artefactos, situados a la faz de los
caminos, resultan de un pésimo gusto al ornato”. Nada di o rianxeiro de que o pai non
solicitara o correspondente permiso de obra. No Concello tiñan orde do gobernador interino
(presidente da Audiencia da Coruña), que resolvera o asunto conforme ao acordo municipal e “después de oir el luminoso informe de la Comisión provincial,
de la que es secretario el señor Viturro”.
O alcalde ordenou que nun prazo de
24 horas fose derribado o referido hórreo, evitándoo o pobo enteiro, especialmente as mulleres,
ao botarse á rúa; “viendo las autoridades que no sería posible realizar el
derribo sin que allí ocurriesen desgracias. Las mujeres, sobre todo, ¡oh
mujeres de mi tierra!, estaban decididas a todo”.
“Yo, que sé cuánto me
quieren en mi pueblo, no fui allá porque en mi pueblo no está el señor Viturro
ni su representante en la Corte. En mi pueblo no encontraría más que a unos
desgraciados firmones, tan firmones como los de la capital de provincias, pero
más pobres, más desgraciados y más ignorantes. No; iría allí si encontrase al
mismo cacique ejecutando la obra”.
Estaba convencido Castelao de que a partir dese intre o pobo non deixaría que
a demolición se levara a cabo, “sin su protesta con el puño cerrado”. “Quizá el cacique intente derribar otra vez el hórreo,
apoyándose en la ley. Pero ¿cómo es posible que le ley autorice el derribo,
cuando la ley permite a mi padre construir cuantos hórreos quiera dentro de su
finca?
O
rianxeiro recorre ao diario independente El Sol, de Madrid (onde
colaboraba cos seus debuxos) para que defendera ao seu pai, “no para mantener en pie un hórreo, sino para defender
los derechos de un ciudadano y evitar que los paisanos míos, tan buenos y tan
generosos, expongan por segunda vez sus vidas. Y ya sabemos que el caciquismo,
antes de perder su omnipotencia, prefiere que corra la sangre”.
A groso modo, esa foi a explicación de Castelao.
Don Ángel Baltar o
verdadeiro protagonista
Don Ángel, que pasaba uns días de vacacións na súa casa
de Tanxil, ao decatarse dos altercados, acercouse rapidamente a Fincheira,
logrando calmar á irritada multitude, baixo a promesa de que o hórreo non sería
derribado. En tal sentido, enviará un telegrama de protesta ao gobernador civil
(con copia ao xornal El Ideal Gallego, que publicará o 12-8-1919)
dando a súa versión do acontecido:
“Por hallarme
accidentalmente en la villa de Rianjo, tuve ocasión de presenciar el inaudito
atropello que hoy intentaron consumar las autoridades locales en una finca de
la propiedad del ex alcalde Don Mariano Rodríguez padre del gran caricaturista
Castelao, derribando un hórreo recién construido dentro de la misma. Gracias a
la prudencia de la Guardia civil, requerida por las autoridades para amparar a
los encargados de cumplir la arbitraria y bárbara orden, no ocurrió en aquella
villa un día de luto; pues el vecindario en masa, indignado agrupóse en actitud
levantisca a la puerta de la finca e inmediaciones, dispuesto a impedir el
atropello, obligando a retirarse al delegado del alcalde y a los canteros forasteros
que iban a realizar el derribo custodiados por la Benemérita.
El
que suscribe apaciguó los ánimos de la muchedumbre irritada, bajo promesa de no
consumarse el atropello.
El
vecindario ruega a V.S. por conducto mío que intervenga en el asunto y envíe un
delegado imparcial o el teniente de la Guardia civil del inmediato puesto de
Padrón para resolver la cuestión en justicia. Ángel Baltar Cortés,
Cirujano Hospital Santiago”
Como consecuencia do telegrama, o gobernador civil (señor Garrido)
telegrafía ao alcalde rianxeiro, “ordenándole
suspenda el derribo del hórreo, propiedad de D. Mariano Rodríguez, que se
proponía llevar a cabo la referida autoridad municipal, ofreciendo para calmar
los ánimos del excitado vecindario, solucionar el conflicto, dentro de la más estricta
justicia”.
“Al alcalde de Rianjo ofició el gobernador civil
ordenándole que se abstenga de adoptar medida alguna acerca del hórreo
propiedad de don Mariano Rodríguez Dios, sin obtener previamente la
autorización gubernativa”
(El Orzán, 20-8-1919 e El Noticiero Gallego,
21-8-1919)
O gobernador non só recibirá o telegrama de Baltar; tamén
os da sociedade “Acción” lle enviaran outro (ao igual que ao Ministro de
Gobernación), nestes termos:
“Gobernador
civil.-Sociedad Acción de Rianjo, protesta ante V.S. del derribo ilegal del
granero consabido que pueblo no consiente. Ruega además solución definitiva
favorable a evitar día funesto”.-Presidente, Eugenio Bermúdez.