lunes, 30 de noviembre de 2009

DE LAS MENINAS AL ZURULLO

Máximo Sar


Las noticias sobre la basura, secuela del consumismo desaforado, aparecen en los medios de comunicación, con cierto disimulo, quizá porque huelen mal y por tratarse de un pecado de todos y cada uno de nosotros. Hace muy poco, por mi periódico, me enteré de que en el Océano Índico, en una zona de corrientes giratorias, se ha formado una isla inmensa de desechos humanos, principalmente cosas de plástico; el cronista de la noticia manifestaba que incluso vieron una nevera flotando, que contenía alimentos, entre infinidad de objetos domésticos.

No es el único caso, pues últimamente leí un reportaje que daba noticia de un fenómeno similar en el Pacífico norte, que alcanzaba un tamaño superior al de España, de cuyo estudio se viene ocupando un equipo de científicos, que próximamente recibirán la visita de un descendiente de la rica familia Rostchill, constructor de un barco con material reciclado: botellas, latas y otros desperdicios, con lo que consiguió algo que flotaba.”Ten cuidado-le dijo un navegante conocedor del paraje—no te vayas a meter en aquella sopa de manera que después no puedas salir”. Recojo esta frase porque nos da buena idea de como maltratamos los mares, nuestra gran despensa.

Mucho más cerca, en puertos importantes del litoral gallego, se procedió a un dragado –creo que por imposición de la UE—y entre máquinas y submarinistas extrajeron toneladas de toda clase de objetos viejos, arrojados al basurero del mar. Y lo mismo podemos decir de nuestros ríos, algunos muy contaminados. Creo que se deberían formar brigadas de voluntarios o de parados para realizar labores de limpieza, como hacen en Pontevedra con el arroyo de Os Gafos.

Los artistas plásticos, siempre detrás de lo singular y original, convirtieron en materia estética lo que en principio parecía misión imposible y en esto fue pionero nuestro viejo amigo, Manuel Aramburu, autor de preciosos cuadros, que tenían por inspiración los materiales de desguace. Él se iba a uno de estos talleres y, ante una montaña de trozos de hierros retorcidos, descubría rincones y hacinamientos que, con su sensibilidad, convertía en maravillosos óleos.

Los hombres de Altamira pintaron sobre las rocas de las cuevas en que vivían; pero, al cabo de muchos siglos, alguien descubrió que era mejor pintar sobre un lienzo, montado en un bastidor, al que se le ponía un marco y luego se colgaba en la pared del salón, para decorar. Fue una forma de expresión en dos dimensiones, que llegó a alcanzar cotas inefables, como Las Meninas, por ejemplo. Volviendo a nuestros días, brotaron por ahí grupos rebeldes, que pretendieron crear arte en tres dimensiones –aparte la tradicional escultura, tan antigua—y de esta manera llenaron las salas de exposiciones de basura y cosas extrañas; eran tipos que decían sentirse asfixiados haciendo marinas, floreros, niñitos con rizos y así, y semejante locura la contagiaron a sesudos críticos, que hallaron tesoros de belleza en platos rebosantes de materia fecal, que calificaban como “simbología sincrética de lo galáctico eterno”, cuando no se trataba de un basto zurullo ornado con un lacito, que se vendía al módico precio de 5.000 €.

Hay más cosas: leí una revista cultural que dedicaba varias páginas al “Land Art”, nacido en EEUU, una de cuyas ilustraciones mostraba 10 montículos de arena, alineados a lo largo de la sala, con lo que se intenta la “desmaterialización de la obra de arte”.¡Menudo museo de tan moderno parto tenemos nosotros en las milenarias dunas de Corrubedo!.

De todas formas, persiste la pintura tradicional; eso sí, muy entreverada de extravagancias, pues aún se topa uno con lienzos emborronados a brochazos, o con unas rayas en aspa, o un único puntito azul en el medio o una simple tablilla, sin nada, pero si con la etiqueta del precio, nueve mil euros, muy barato como cuadro, pero una estafa como madera.

Contra esta legión de advenedizos, cuentistas y engañabobos que nos asedia, se acaba de producir ¡al fin! un movimiento que se denomina “Hartismo” y que quiere decir ¡basta ya! a tanta bazofia, que ya está bien de tomarle el pelo a la gente.

Haciendo un resumen de todo lo expuesto, diré que el panorama de nuestro tiempo es altamente contradictorio. Hemos acumulado grandiosas novedades en el conocimiento del espacio y, bajando al suelo, se vienen produciendo frecuentes descubrimientos, de tipo científico y técnico, que nos prometen un Paraíso terrenal a corto plazo. Y todo este maravilloso presente y porvenir florece rodeado de mierda por todas partes, acumulada en valles y montañas, suburbios de ciudades, océanos y ríos... ¿Y saben ustedes que alrededor de la Tierra gira un anillo de restos metálicos, de todos los tamaños, en cantidad incontable que ya viene preocupando a los sectores responsables?..Pues sí, gracias a nuestra admirable ingeniería, ya contamos con una corona de basura metálica en el camino de las estrellas.

Cuando pasados unos siglos, si entonces aún queda algo vivo y pensante, esta época, que no sabemos cuándo rematará, será conocido como Era Cacazoica o Era Escatológica, con toda razón.

sábado, 28 de noviembre de 2009

COMOXO EN CARBALLIÑO


De cando en vez, Comoxo gusta de visitar o pobo de Carballiño, por dous motivos concretos: para recordar a súa nenez, cando acompañaba a súa nai a tomar as augas ao balneario; e para tomar o pulpo á feira, que tan ben preparan alí.

Os recordos amontóanselle cando pasea polas súas rúas e prazas: a pensión onde paraba, propiedade da señora Paca, e o cine, que xa non existen; aqueles días de feira que había nunha praciña preto da pensión, onde por primeira vez escoitou a un cego contando historias arrepiantes, acompañado dunha vella zanfona, que supostamente ocorreran na comarca, e que ao tempo vendía impresas en papel; o quiosco a onde ía comprar os TBOs, especialmente os de Roberto Alcázar e Pedrín, que, curiosamente e despois de tantos anos, aínda segue no mesmo portal de antano, nunha casa da rúa Principal.

Hoxe todo cambiou, e ata as estradas non son as mesmas... A Carballiño agora non só se debe ir a tomar as augas ao balneario, agora o que hai que ir é a tomar o pulpo e unha botella de viño tinto, tal como fai Comoxo.

jueves, 26 de noviembre de 2009

PERLAS DE LA TELEVISIÓN GALLEGA

Máximo Sar

En la TVG nos han dado y siguen dándonos algunos programas excelentes, como “Pratos Combinados”, en un pasado reciente, que me hizo gozar lo indecible, con aquel par de actorazos --Miro y Balbina—y los demás actores, que no voy a mencionar porque fueron muchísimos y todos, sin ninguna excepción, bordaron sus respectivos roles, dentro de unos guiones, modelos de gracia enxebre, que me hicieron pasar ratos inefables. Añoro esta serie y sugeriría, a quien corresponda, volver a este estilo, con nuevas líneas argumentales, naturalmente.

El éxito que acompañó a este serial, en su larga andadura, se debió principalmente, al talento de José Cermeño Baraja, que fue autor, director de proyecto y guionista—además de poseer un brillante historial como periodista y escritor—y que ahora vuelve a estar detrás de otro producto muy logrado, titulado “Larpeiros”, que tiene por marco un precioso pazo redondelano –que está en venta--, donde un reducido grupo de amigos degusta menús muy nuestros, tradicionales y sin sofisticaciones. El cocinero, Benigno Campos, era un oficinista con aficiones gastronómicas y actúa asistido de Lola, de Moaña, y de otros, singularmente de un periodista deportivo, Tomás Alonso, que siempre acompañado de un capacho para traer la compra, nos depara una amena sección documental mostrándonos granjas, donde se crían animalitos para su sacrificio y venta, o zonas de la Ría, filmadas desde embarcaciones dedicadas a la pesca de la nécora, pulpo, etc., de modo que el televidente se entera de curiosos detalles y contempla preciosos paisajes del litoral. El remate de la larpeirada, consiste en la interpretación de una breve y bien elegida canción folklórica, a cargo de Benigno y Lola.

“Libro de Familia”es otro interesante serial, poducido por José María Besteiro y por la División Audiovisual del Grupo Correo Gallego. Es, nada menos, que la primera serie de una comunidad autónoma emitida, o que se va a emitir en EEUU, por el canal VME que está presente en 39 estaciones de TV afiliadas, que llegan a 65 millones de hogares.

Como se trata de un culebrón, del que se llevan emitidos más de 100 capítulos, no es mi propósito citar a los actores y actrices que intervienen en “Libro de Familia”;pero si quiero asegurar que todos poseen una evidente profesionalidad, actúan con facilidad y naturalidad ante las cámaras y yo me pregunto de dónde salió y cómo se formó tan notable generación de artistas, en una Galicia que ,hace relativamente pocos años, era rural y agrícola y la misma consideración podríamos hacer con relación a otras actividades, como la Moda, de la que contamos con referentes que están a nivel mundial, o la alta Peluquería. Todo esto y mucho más, allá por los años 50 ,era absolutamente impensable, a nadie se le ocurriría que entre nosotros pudiesen surgir posibilidades comerciales o industriales, tan especiales y de tanta trascendencia.

Bueno, pues en “Libro de Familia” se retrata a una sociedad rural hipócrita y plagada de prejuicios, donde los Cabana, Lamela y Freire pelean entre si, a veces suciamente, para obtener la primacía en el pueblo de Santalla, que, por cierto, cuenta con un cura absolutamente preconciliar y una irreductible beata, que a mi me hacen mucha gracia, todo en un ambiente que parece el de la década de los 70.Aunque a mi particularmente no me agraden estos dramas, donde a veces, como en la vida misma, surgen la violencia física y moral, no por ello dejo de reconocer los méritos de “Libro de Familia”que cuenta con una considerable audiencia y muy fieles seguidores.

Otro programa de la noche dominical es “Doa doa”, en el que, de forma ágil, se salta de personaje a personaje, masculino o femenino, para que cada uno nos dé referencias de sus tiempos jóvenes.

Para mi tiene el valor añadido de ver en la pantalla a veteranos amigos, ya un tanto cargados de años, como Avelino Pousa Antelo, Dourado Deira, Xesús Santos y otros, que nos cuentan antiguas experiencias, a veces de un modo muy personal. Como pasó cuando se trataba de la instalación del alumbrado eléctrico, que ese día debía de estar inspirado el citado amigo y poeta Santos, al explicar vivamente que un año, que ya no recordaba, siendo mozo, al dirigirse al Corral de Abaixo, en Asados-Rianxo, donde tiene su domicilio, a varios metros de altura se produjo una explosión luminosa que le hizo pensar en un meteorito, o algo relacionado con los marcianos. Yo lo escuchaba extasiado, hasta que mi buen amigo aclaró que había tenido un momento de desconcierto, los segundos que tardó en percatarse que, precisamente aquella noche, se estrenaba la luz eléctrica en su aldea.

domingo, 22 de noviembre de 2009

NOVAS SOBRE O ASALTO Á REITORAL DE ABANQUEIRO (Boiro) NOS COMEZOS DA GUERRA CIVIL (e II)

Por Xosé Comoxo e Xesús Santos

A José Manuel Romero, con agarimo. Esperamos non telo molestado por nomear neste traballo a uns familiares seus, e tan queridos por el.

"(...) después de un nutrido tiroteo, entraron en la casa rectoral de Abanqueiro, que registraron, saquearon y causaron todo género de perturbaciones. Sus ocupantes fueron objeto de malos tratos, hasta el extremo de que una hermana del párroco quiso tirarse por una ventana. Quedó solo el párroco, que fue objeto de toda clase de vejámenes".


A irmá do crego de Abanqueiro, Francisca Davila, solteira, cando foi interrogada polos sucesos do asalto á reitoral, nos comezos da guerra civil, manifesta que cando as turbas asaltaron a casa, ao chegaren, saíu á ventá "a decirles que se calmasen y viniesen con orden que ella les saldría a abrir la puerta, que entre tanto se destacó del Grupo Cándido Hermo que le dijo a la dicente que si no habría enseguida la puerta ya caía allí mismo (...) Que al ir la dicente a abrir la puerta miró antes por la cerradura viendo a dos desconocidos apuntando a la puerta y al decir uno al otro "dispara" la dicente se tiró por una ventana..."

Pola súa parte, Francisco Silva Piñeiro, canteiro, de 43 anos, natural de Abanqueiro, declara coñecer a Cándido Hermo, un dos principais implicados, e que:

"A eso de la media tarde pasó por la carretera, que está a unos cien metros de la casa, un camión conduciendo individuos con armas, que de estos, se apearon unos cuantos en un monte próximo a dicha casa, distante unos cien metros, llamado monte Seán, o mejor dicho todos los individuos que iban en el coche, se apearon en dicho monte, cuyo coche se veía donde estaba el que declara. Que entre la casa de Cándido Hermo en que trabaja el que declara y la del Sr. Cura de Abanqueiro hay una distancia de quinientos metros. Que a poco tiempo de esto, es decir, que calcula que tenía el tiempo necesario para llegar a la casa del Sr. Cura, oyó detonaciones de arma de fuego, en cuyo momento se marchó a la casa donde trabajaba, escondiéndose en unos tojales..."

O principal encausado polo delito de rebelión militar será o citado Cándido Hermo, solteiro, labrador, de Boiro, "este individuo es peligroso, siempre se acompañaba de los sujetos más significados que había en esta localidad". Sobre el, podemos ler o seguinte:

"Resultando que el procesado paisano Cándido Hermo Outeiral, de ideología marxista, al iniciarse el movimiento Nacional plenamente identificado con la causa rebelde y con el propósito de colaborar en la misma se unió voluntariamente a un grupo numeroso armado y provistado de una escopeta concurrió con aquel al asalto de la casa rectoral del Sr. Cura Párroco de Abanqueiro y al llegar allí apuntó con el arma que portaba a la hermana de aquel, coadyuvando con los demás en las violencias para que se abriese la puerta que una vez franqueada proporcionó paso a los revoltosos para registrarle la casa del Sr. Cura al que requisaron un arma como asi mismo dinero"


De pouco lle valeu a defensa que del fixo o capitán de Enxeñeiros, José Cancelo Paz, defensor de Cándido, quen dixo:

"Encontrándose mi defendido en compañía de los ya nombrados, oyeron una voz que decía: "Ahí vienen" refiriéndose a los socialistas. En efecto: al oirse esta voz, como voz de alarma para los ciudadanos pacíficos, se escondieron para no ser vistos, al igual que los polluelos se esconden debajo de la gallina al divisar al Gavilán. En este momento, pasó por la carretera de Boiro, un camión, portador de gente de la más baja calaña, de podredumbre, pudieramos decir; de seres convertidos en alimañas; algunos de los ocupantes de dicho camión, posiblemente iban obligados, haciéndolos responsables de sus fechorías, de sus instintos salvajes, como si en efecto lo fuesen. Pronto se enteraron de que se habían dirijido a Abanqueiro, para apoderarse de las armas que tuviese el Sr. Cura de dicha parroquia y de lo que encontrasen a mano..." (...)
Nos hallamos ante un hecho que no es frecuente. Para tranquilidad de la conciencia y por la merecida reputación de la Justicia Militar, es necesario se estudie detenidamente este caso que no considero lo suficiente claro para juzgar un delito, por el cual se pide una pena tan dura..."
(...)
Estos hombres no son esos cerriles, que una vez envenenados por la canalla marxista hacen cuanto se le ordena y viene en gana sin reparar en meditar. Estos no son los borregos a que aludía en mi anterior defensa; estos son víctimas de los atropellos salvajes del marxismo; víctimas si, porque dirigiéndose a sus faenas agrícolas, han tenido la desgracia de encontrarse con ese camión cargado de tigres que les echaron la zarpa obligándoles a que se sumasen a ellos. Lo que a estos desgraciados les ha ocurrido podría igualmente ocurrirnos a todos los que nos encontramos en este Estado..."


Do delito de rebelión será responsable "en concepto de autor" o citado Hermo. Foi condenado o 14 de decembro de 1937, en Santiago, a reclusión perpetua, que logo lle será conmutada pola de sete anos de prisión maior. Saíu en liberdade o 29 de xuño de 1941.

Do delito de "auxilio a la rebelión militar" os procesados Andrés Vilanova García, Luciano Vázquez Somoza (a Marreiro) e José María Lorenzo Mirón (a Roxo), tamén de ideas marxistas, serán condenados a doce anos e un día de reclusión temporal, logo cambiada por tres anos e un mes de prisión menor. Foron encarcerados na Prisión Central de Astorga.

Nas declaracións diante do xuíz, un dos encausados, José María Lorenzo Mirón ("Roxo") alude a que logo de vir dunha leira, ao pasar pola Ponte Brea, José Saavedra (presidente do sindicato das minas de Lousame) ordenoulle montar nun camión que estaba alí estacionado, con dirección a Boiro, como se negou "le obligaron a hacerlo el mencionado José Saavedra, Ricardo Vilas y un zapatero llamado Francisco (a) "Chiquelo", los tres sin armas. Al llegar a Boiro le entregaron una escopeta y siguieron en el repetido coche hasta el monte del Seán, en donde se apearon y al negarse el declarante a continuar con el grupo el Ricardo Vilas le dio una bofetada diciéndole que si no seguía con ellos lo mataban. Al llegar a la rectoral oyó los disparos que se hicieron no pudiendo precisar quien los hizo (...) Que después tomó el camión en el monte y al llegar a Boiro le recogieron la escopeta y se marchó a su casa"

O 20 de xullo de 1937, o xuíz instrutor Andrés Benítez Guerra, solicita do comandante do posto da Garda Civil de Boiro, José Sánchez Castro, os antecedentes e participación que puideran ter nos sucesos en cuestión os paisanos Ricardo Vilas, José Saavedra, Francisco Tubío Vicente (a "Chiquelo"), Nicolás Pérez, Vicente Silva e Antonio Martínez Ferreirós, todos eles desaparecidos dos seus domicilios a principios do Glorioso Movemento, "ignorándose sus paraderos, a excepción del Antonio Martínez, que según rumores fue detenido en Noya por aquella fecha, siendo todos ellos de pésimos antecedentes y destacados elementos marxistas; el Ricardo Vilas fue uno de los dirigentes de los grupos de registros de domicilios, interviniendo en la voladura del puente Beluso; José Saavedra García era presidente del sindicato de las minas de Lousame y dirigente de la voladura del mencionado puente; Francisco Tubío Vicente (a "Chiquelo") escopetero, dinamitero, autor de disparos a la fuerza del Ejército a la entrada en esta localidad, elemento peligroso y de acción, Nicolás Pérez Piñeiro, escopetero destacado, actuando en registros de domicilios, Vicente Silva Somoza, actuó de dirigente de los grupos que se dedicaban al registro de domicilios y recogida de armas y Antonio Martínez Ferreirós actuó como uno de los elementos de acción como escopetero y pistolero" (este último andivo agachado ata o mes de xuño de 1946, "en que se presentó voluntario a las Autoridades").

Os procesados deberán de comparecer ante o xuíz instrutor nun prazo de 48 horas, "bajo apercibimiento de que no haciéndolo serán declarados rebeldes", segundo requisitoria datada o 4 de agosto de 1937.

O 19 de agosto, o xuíz instrutor, visto que os procesados non foran "habidos a pesar de las gestiones practicadas, ni hayan comparecido" e que, publicada a requisitoria no BOE (con data 13 de agosto de 1937), non compareceran "a pesar de haber cumplido el término que en dicha requisitoria se le marcaba para que compareciera", decreta a rebeldía de todos "interesando su busca y captura en todo tiempo".

O auditor de guerra, o 23 de novembro, aproba un "auto de procesamento y rebeldía" dos citados, "suspendiéndose el curso de estas actuaciones contra los mismos hasta que se presenten o sean habidos".

miércoles, 18 de noviembre de 2009

CASTELAO ANTE EL MICRÓFONO (setiembre, 1936)


LA LUCHA POR LAS LIBERTADES REPUBLICANAS
EL FEDERALISMO HISPÁNICO


"Nuestro ilustre amigo el diputado gallego señor Castelao, a través de las emisoras de la Generalidad, ha dirigido al pueblo catalán la siguiente vibrante alocución:

«Salud, catalanes:
Va a hablaros un hombre siempre optimista, que soñó con ver realizado en Galicia un ensayo de paraíso terrenal: espejo de paz, de libertad, de trabajo y de justicia, en el que pudieran mirarse otros pueblos hispánicos. Os habla un hombre impregnado de dolor, que no sería capaz de disponer de la vida de los demás; pero que dispone de la suya y la ofrendaría alegremente si con el sacrificio de su vida cesara esta matanza de hombres que está ensangrentando el suelo de toda España. Va a hablaros un hombre que siempre ha sido antimilitarista, porque tiene sus ideas enraizadas con sentimientos de humanidad, y que sólo acepta la guerra como precio de una paz perdurable. Va a hablaros un hombre que quemó poco a poco, inútilmente, sus instintos animales, para buscar un camino de perfección, y que hoy desearía sentirlos encendidos y aguzados de ferocidad para vengar a los muertos de su país, asesinados por la canalla fascista. Tengo el dolor que cualquier hombre pueda sentir en el momento de ver truncadas sus mejores ilusiones; pero yo os digo que tengo fe en mi Galicia mártir, porque los martirios pasados crean nuevas energías para la lucha, y yo sé que mi tierra será un baluarte inexpugnable del nuevo Estado republicano, del Estado que esta guerra civil se encargará de crear.

Esta guerra se encargará de abolir un pasado ignominioso, que no nos ha dejado más que desilusiones de vida, sin saber siquiera cuál fue su mejor propósito, y toda la sangre, todo el fuego y todo el hierro de la lucha que estamos presenciando ha de servir para alumbrar, purificar y mantener una nueva concepción de vida, en la que se asiente una nueva concepción del Estado. Estamos, pues, asistiendo a la violencia sangrienta y dolorosa de un parto, que había de ser feliz alumbramiento de una nueva España.

Quisiera presentarme ante vosotros, que sois la flor del heroísmo, como representante de un pueblo victorioso; pero sólo soy en este momento el representante de un pueblo mártir. Mártir, pero no vencido. Traigo la esperanza de que al final de esta guerra, cuando la Castilla fascista se derrumbe, mi Galicia aparecerá erguida, con los puños en alto, buscando a Cataluña y Euzcadi, para gritarles desde lejos: ¡Presente! Y si al final de la contienda no oyeseis la voz fraternal de mi patria, pensad que allí sólo han quedado los viejos, los niños y las mujeres. Y aun así, no tardaríais en oír la voz de mi patria resucitada, porque fuera de Galicia quedan muchos gallegos dispuestos a cumplir la voluntad de nuestros mártires. En esta hora, todos los gallegos del mundo estamos poseídos de una misma obsesión: la de vengar a nuestros muertos.

Si nuestros mártires no han podido ser héroes, se debe a que una política irracional los entregó maniatados; pero en este momento no sería oportuno mirar hacia atrás, porque el pasado no puede robarnos la acción y el pensamiento para construir el futuro. Sólo os diré, catalanes victoriosos, que los gallegos están luchando por la libertad, en todos los frentes, porque dondequiera que un gallego luche por las libertades republicanas está defendiendo la existencia de su Galicia y el bienestar de su tierra.

Yo no puedo forjarme ilusiones acerca del éxito de aquellos hermanos que luchan todavía en los montes de Galicia, porque sé que no tienen armas para una acción eficaz y decisiva; pero son héroes. ¡Son héroes! Y ahora, permitidme que me enorgullezca de ser gallego, porque en esta guerra, como en todas, resalta nuestro amor a la libertad. Si el Gobierno de la República dispone do una marina de guerra, se debe a la lealtad de los gallegos. Visitad el «Jaime», el «Libertad», el «Méndez Núfiez» y todos los destroyers y submarinos, y advertiréis que la inmensa mayoría de sus dotaciones hablan la dulce lengua de mi país. ¿Y en tierra? En tierra hay miles de gallegos luchando denodadamente en todas partes. Si vais a Asturias, veréis un contingente extraordinario de mineros gallegos. Si visitáis el frente del Guadarrama y Somosierra, advertiréis la presencia de mis paisanos, obreros, funcionarios o estudiantes, residentes en Madrid. Si presenciasteis el asalto heroico del hotel Cristina de San Sebastián, veríais que aquellos héroes eran los marineros gallegos de Trincherpe. Y a vosotros, catalanes heroicos, bastará recordaros que la compañía de guardias de asalto número 19, que tan valientemente luchó en Atarazanas, se componía de gallegos. No puede negarse nuestra contribución al heroísmo de todos los pueblos de España. Y siendo así, ¿puede considerarse a Galicia como una patria vencida? Las ideas de nuestros muertos florecerán en la nueva Galicia que todos los gallegos del mundo sabremos construir.

Yo soy de un pueblo que siguió la marcha del sol y quedó detenido muchos siglos por el mar tenebroso, para templar su alma frente a la inmensidad y al infinito: así nos nació el ansia de conocer mundos y así se enraizaron en el Finisterre hispánico todos nuestros sentimientos de patria. Mi tierra dio un Prisciliano para que la sangre de su martirio fuera el germen de la Reforma. Mi pueblo hizo la primera revolución de carácter social en Europa, adelantándose en cuatro siglos a las aspiraciones de Andalucía y de Extremadura. Mi pueblo... ¿para qué recordarlo? fué siempre amante de las ideas progresivas.
Muchos españoles consideran a los gallegos como hombres aferrados a la tradición; pero nuestra tradición no está en el pasado ni es aquella serie de hechos históricos interpuestos que adoran los tradicionalistas españoles, sino la eternidad misma que vive en el fondo de nuestros instintos. Yo os digo que con nuestro amor a las ideas generosas, que con nuestro genio universalista, que con nuestra fe en los destinos históricos de la patria, que con nuestro sentido trascendente de la vida y de la muerte, que con nuestro sentido de la tradición instintiva y de la solidaridad humana, haremos de nuestra tierra uno de los pocos paraísos que aun pueden surgir en Europa.

¿Quién podría impedirlo? ¿Acaso el triunfo de los facciosos? ¡Imposible!

Ellos son los patrioteros de todos los desastres, para quienes la patria es una simple abstracción modificada o quizá una bolita que les han metido en la cabeza cuando eran niños.

Ellos son los católicos que se contentaban en poner en la puerta de la casa una imagen del buen Jesús, estampada en hoja de lata, para vivir dentro del hogar en contubernio con los siete pecados capitales.

Ellos son los adoradores del tanto por ciento, que tenían como templo una tienda de dinero en comisión para vender duros a siete pesetas, y que pomposamente llamaban bancos.

Ellos son los terratenientes codiciosos y miserables que dejaban morir de hambre a sus trabajadores entre verdaderos mares de pan.

Y frente a los facciosos, que representan lo que hay de más viejo, de más negro, de más podrido en España, se alza todo el pueblo con los puños crispados y dispuestos a vencer o morir.

La guerra está ganada, de antemano, y dentro del Estado federal que todos prevemos, mi Galicia se presentará dignamente para decir su palabra.
Catalanes: ¡Salud!»

(La Vanguardia, 24-9-1936)

martes, 17 de noviembre de 2009

ASALTO Á REITORAL DE ABANQUEIRO NOS COMEZOS DA GUERRA CIVIL (I)


Por Xosé Comoxo e Xesús Santos



A José Manuel Romero, noso amigo e seguidor, que coñece ben as terras de Abanqueiro.




O nome de Francisco Tubío Vicente "a Chiquelo" (que será paseado no monte do Castro), mozo de Rianxo, con residencia en Bealo-Boiro desde que casara naquela parroquia, aparece como un dos integrantes dun camión que saíu da zona de Beluso, o día 22 de xullo de 1936, cargado de mozos armados, coa intención de asaltar a reitoral de Abanqueiro (polas aldeas do Concello de Boiro, dicíase que os socialistas andaban a recrutar homes "para llevarlos al frente"). Entre outros que tamén ían no citado camión están José Saavedra, que parecía levar a voz cantante, Alejandro "do Saltiño", Luciano Vázquez, Manuel "de León", un tal Nicolás, Vicente Silva, Antonio Martínez Ferreirós e Ricardo Vilas.


O crego de Abanqueiro, Don Manuel Davila García, denuncia o asalto meses despois de acontecer. Segundo el, presentáranse na súa casa, un grupo de homes armados "llamando violentamente a la puerta, y como tardaron en abrir para dar tiempo a que su hermano (político) Benigno Toucedo que se hallaba refugiado en casa por ser de ideas fascistas (...) haciendo la turba varios disparos de los que resultó herido (...) al ver que no le abría empezaron a dar voces de (poner) bombas que derribamos el edificio, entonces se asomó a la ventana su hermana Francisca y en el momento se destacó del grupo Cándido Hermo Outeiral, vecino de Boiro, apuntándole con una escopeta le dijo que echara la llave sino que ya caía allí mismo..."


Os nomes dos asaltantes son delatados por unhas veciñas, que foran interrogadas ao efecto: Luisa e Carmen Ordóñez Silva. Viran a un grupo de mozos cando se acercaron á "playa para pasar por junto dellos que es el camino que hay pero con el único objeto de enterarse de lo que ocurría, al llegar junto al edificio de dicho Señor vieron a muchos hombres armados, reconociendo entre ellos a Cándido Hermo, Luciano (a Marreiro), Andrés Vilanova y un tal R. de Camba, diciéndole al Andrés que para qué hacía aquellas cosas, contestándole que andaban defendiendo el pan de los pobres". A partir de aí comezarán outros interrogatorios, esta vez contra os mozos citados e outros.


Un deles, Andrés Vilanova García, veciño de Nine-Cespón, mariñeiro de 29 anos, declara:

"Que el 22 de julio de 1936 se hallaba en Cespón con varios compañeros y le dijo José Saavedra, que era el que los dirigía, que montase en el camión que venían a Boiro por gasolina, al llegar a dicho pueblo y despues de provistarse de esencia, montaron otro grupo armado y arrancaron para Abanqueiro, y al llegar a este pueblo se apearon e inmediatamente rodearon la casa del Señor Cura, reconociendo entre los que iban en el grupo a un tal Alejandro del Saltiño, a José María Lorenzo (a Roxo), a Luciano Vázquez y Manuel de León, vecino de Treites (Boiro). (...) de qué clase de arma iba provisto y si sabe quién hizo los disparos en casa del Señor Cura: dice que de Boiro salió sin ninguna y en Abanqueiro le entregaron una escopeta, los disparos los oyó pero ignora quién los hizo, porque se quedó en el camino y no penetró en la finca que fue donde aquellos tuvieron lugar. (...) Preguntado diga qué hizo del arma que le entregaron, manifiesta que desde el referido Abanqueiro vinieron a Boiro y la entregó en el Ayuntamiento".


lunes, 16 de noviembre de 2009

CASTELAO EN BARCELONA (setembro, 1938)

Castelao es, sin duda, a un tiempo la figura más popular y la más señera. Como los líricos precursores, llegó al pueblo a través del arte, aunque pronto unió a esta misión desveladora el apostolado social y la lucha política. Al igual que Rosalía de Castro, su fina sensibilidad de artista captó hasta lo más hondo el dolor de la tierra y de las gentes de su patria. Pero en vez de expresar su angustia y su inquietud en versos (que habrían de tardar más o menos en llegar a los labios y al corazón de las gentes), las plasmó en dibujos, que hablaban por igual al culto y al iletrado, que resumían la ironía y la pena, el humorismo y el dolor del alma gallega. En esos dibujos, que aparecieron en «El Faro de Vigo», durante algún tiempo, marineros y campesinos se reconocían día tras día; muchos pedían que les leyeran los epígrafes, pues los adivinaban sabrosos... La popularidad de Castelao fue rápida y ascendente. A la aparición del Libro de «Cousas» y luego del segundo Libro de Cousas», el pueblo se sintió cada vez más profundamente identificado con el dibujante poeta. Le hizo suyo y no le dejó ya nunca. En el Álbum «Nos», Castelao recoge más tarde lo más peculiar y punzante de su obra como expresión del alma gallega. Es un libro hondo y doloroso, aunque no falten en él humor ni ironía.

«Algunos espíritus sensibles que lloran con la melancolía de tangos y de fados (traducimos de «Nos»), encontraron desmedido este dolor de mis estampas; otros espíritus inertes vieron poco patriotismo en el afán de ser verdadero. Con todo, yo sigo creyendo que el pesimismo no puede ser libertador cuando despierta anhelos y codicias de una vida más limpia...» A esa vida más limpia tienden las estampas dolorosas de «Nos», cortejo sin fin de la angustia de emigrantes, de campesinos, de pobres, de mendigos... A esa vida más limpia tendió toda la obra política de Castelao, líder del galleguismo y diputado del partido autonomista gallego en las Cortes de la República. Ahora Castelao se encuentra en Barcelona con otros gallegos emigrados, buenos amigos de Cataluña, y nos dice con infinita tristeza:

--Habíamos soñado hacer de Galicia un Paraíso terrenal. Y podría serlo (añade enérgico). Galicia tiene una estructura y una psicología distintas a las del resto de la Península. Pueden convivir allí las más distintas ideas, y aun reunirse y amoldarse para el bien del país, con tal de que tengan en cuenta eso; la especial personalidad de la gente, del espíritu, de la tierra. Apenas si hay lucha de clases. En la ciudad hemos ido a la misma escuela y hemos jugado los hijos de los artesanos y los de los señores. El intelectual es el mejor amigo del campesino, del marinero...

Se anima charlando de aquella amistad, a la que consagró lo mejor de su vida, y a las peculiaridades del trabajo en el agro y en la marinería:

—Allí (dice), por ejemplo, la pesca se hace todavía como en tiempos de los Apóstoles. El patrón de la barca sale a pescar con sus hombres. A la hora de repartir las escasas ganancias, a él le toca alguna más, naturalmente, pero ello es justo si se tiene en cuenta que puso la embarcación, los aparejos y la comida de todos. Pero lo que importa es que él es uno entre los demás, como los demás, y el primero en correr el mismo peligro. Y así en todo. Prácticamente, allí no habría dificultad en implantar un régimen cooperativista.

Hablamos del momento trágico del 19 de julio. Castelao estaba en Madrid con Suárez Picallo; habían ido a llevar al Parlamento el «referéndum» popular del pueblo gallego para la aprobación del Estatuto. Dichosamente, el autor de «Nos» tenía consigo a su esposa.

—No podíamos, ni remotamente, imaginar que sucediera lo que ha sucedido. Algo, sin embargo (algo ignoto, extraño, difuso) flotaba en la atmósfera. Lo sentíamos, en Madrid, en los días que precedieron al 19, de un modo subconsciente. Como las gallinas (dice) sin saber astronomía, sienten un eclipse. Pensamos que valía más estar en nuestra tierra, al lado de los nuestros, que podían necesitarnos. Quisimos a toda prisa emprender el viaje. Era tarde. En las calles de Madrid comenzaba la lucha, y toda comunicación con el Norte se había cortado.

-¿…?

—A pesar de nuestro gran dolor por los destinos de Galicia, por la destrucción de una obra de renacimiento y libertades populares a la que habíamos dedicado entera la vida, en los primeros momentos «creímos» tener un consuelo. Lógicamente pensando, imaginábamos que en Galicia no había habido apenas lucha, ni (esto sobre todo), crueldad, represalias. Ni, ¿por qué había de haberlas? El galleguismo, después de su fase lírica, de despertar, siguió la trayectoria social y política que le marcaba la ley, con entusiasmo, disciplina y tesón, pero sin violencias. Hoy sabemos, sin embargo, que esto no ha importado. La lucha fue cruenta y las represalias tremendas. En Ferrol se peleó varios días. En Coruña, los elementos obreros, comunistas y sindicalistas, pelearon como leones. En Orense, las represalias contra los galleguistas han sido tremendas. Uno se pregunta: «¿Por qué?»

La alta y severa figura del líder galleguista se yergue en toda su elevada estatura. A su rostro, de expresión dolorida e infantil, asoma una sonrisa amarga:

—Tengo cincuenta años (dice). Casi un niño, paseaba bajo los soportales de las rúas santiagueñas soñando con una Galicia libre, capaz de levantar su voz y expresar su espíritu por sí misma; donde no hubiese caciquismo ni forzosa emigración, donde labriegos y marineros no sufrieran tanta miseria material y espiritual. Con otros mozos, pobres todos, pensábamos que nos tocaría la lotería para dedicar a esta misión nuestra fortuna. La fortuna no vino. Entonces le dedicamos algo mejor: la vida. Cuanto en nosotros había de malo, batallamos por dominarlo, por arrancarlo, para ser dignos de la tarea. Y ahora... Ahora, cuando la tarea parecía hecha, resulta que era eso (lo más malo de nosotros), lo que nos hubiera hecho más falta.

Y la sonrisa amarga de Castelao vuelve a nublar su rostro de hombre bueno.

(La Vanguardia, 23-9-1938)

jueves, 12 de noviembre de 2009

NOSA SEÑORA DE GUADALUPE (Rianxo)


(Apuntes históricos da imaxe, redactados por “un indigno Capellán de la Soberana Virgen (Don Francisco Alejandro Bocanegra, arcebispo de Santiago), en 1778, catro anos despois de visitar o Santuario de Rianxiño-Rianxo, onde celebrou misa o 1 de agosto de 1774)

“El Illmo. Señor Arzobispo de Santiago Don Francisco Bocanegra concede 80 dias de Indulgencia por cada vez que los Fieles rezaren una Salve delante de Nuestra Señora de Guadalupe, ya sea la primitiva de Extremadura, o la de Rianjo, u otra del mismo Titulo de Guadalupe, o de alguna Copia suya”

“(…) A mas de los Santuarios dichos, tiene otros muchos la Virgen de Guadalupe en Asia, Africa, Europa y América, especialmente en España: cuya insinuación no permite la brevedad. Uno de estos es el de la villa de Rianjo, Arzobispado de Santiago, siete leguas de su Capital. En el se venera una Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que fabricó cinco años ha un Monje del Real Monasterio de la Señora, y Natural de dicha villa, sin mas principios del arte, que los que le ministró el deseo de favorecer a sus Paysanos. Aunque es de bulto no se labró a golpe de Mazo, y Escoplo, porque no es de madera, sinó de masa de cartón: pero si a golpes de campana y matraca: de silencio, ayuno, mortificacion, y Coro perpetuo. Con esto se dice que es un vivo Retrato, y está tocada a su Sagrado Original.
A nadie quiso fiar su Artífice la conducion. Dia del Apóstol S. Pedro del año 1773, la colocó en la Ermita de S. Josef de la Floresta, sitio cercano de la Villa, y que por ser algo elevado domina una concha de mar, que baña sus plantas. El Illmo. Señor Arzobispo de Santiago D. Francisco Alexandro Bocanegra y Xibaja no solo dio gustosísimo las Licencias necesarias, sinó que atribuyó a especial favor de la Virgen de Guadalupe (su singular Patrona, desde que tuvo la dicha de venerarla en su Santa Casa) el que se dignase venir a su Diocesi, aun antes de entrar en él S.S.I. Fue después a visitarla, y celebró Misa en su Capilla, dia primero de Agosto de 1774.
La commocion que ha causado en el País la venida de la Señora. La alegria de los fieles, el concurso numerosísimo, que asiste a la Fiesta principal, que es el dia del Dulce Nombre de Maria, Domingo después de su Natividad, la frecuencia con que entre año la visitan sus devotos, la confesión de muchos, que invocandola en sus necesidades, afirman experimentar su Maternal clemencia, y finalmente los gritos, y furias, con que el maligno Espiritu manifiesta su desagrado por la lengua de los Energumenos, son claros indicios de que no salió frustrada la esperanza del devoto Artífice, que la formó, la condujo, y colocó en su Patria, Rianjo, favor que debe ésta agradecer, mas que si la huviesse traido infinitos tesoros. Algun dia acaso se dará mas clara noticia de lo que ahora se calla.
Si los fieles, como es justo, corresponden a un beneficio tan especial con filial confianza en la Virgen de Guadalupe, podremos esperar que, prosperando el Cielo la nueva planta, venga dia en que la Floresta de Rianjo sea uno de los celebres Santuarios que tiene Nuestra Señora de Guadalupe, y que este Pais, naturalmente piadoso, y muy inclinado a ejercicios de Religión, a la devoción, y culto de Maria Santísima, que es la leche, con que la educó el Santo Apóstol, sea Paraíso de las delicias de Dios.
A este noble fin ordenó el Religioso Artífice de la Imagen todos sus afanes, y yo el gustoso trabajo de formar este Folleto, y cada uno debe atender, para hacer con fruto esta Santa Novena…”

martes, 10 de noviembre de 2009

A MI TIERRA NATIVA DE RIANXO


Por Gelioro (Roxelio Pérez, 1946)


¡Tierra donde nací! La de la dulce ría,

gozosa y reidora como leda alborada.

La de hidalga, señera, noble marinería,

en trances de ventura o tragedia, hermandada.

La que hizo prócer con su heróica bizarría

Payo Gómez Chariño, de historia blasonada,

que en Sevilla, la bética, en singular porfía

la traza de su estirpe dejó bien perfilada.

Tierra de mis antiguos, la de fabla mimosa,

Inmersa en tradición, en cántiga saudosa,

de ojos contemplativos, frente al cielo y al mar.

En tus áuras meciéronse artistas y poetas,

literatos insignes, filósofos y estetas.

¡Porque eres tierra dada al fecundo soñar!

domingo, 8 de noviembre de 2009

MÁXIMO SAR: un día de mi vida


Por Máximo Sar

La escritora Christa Wolf, durante 40 años registró en un cuaderno todo lo que le había ocurrido el día de su cumpleaños y su ejemplo ha sido seguido por otros muchos y ahora, cierta editorial, se propone poner en los escaparates un libro a base de relatos semejantes, de autores más o menos conocidos y, por si acaso me seleccionan a mi, pienso que sería apropiado el presente trabajo.

“Despierto a las nueve de la mañana y me siento en el borde de la cama, para comprobar qué huesos me duelen hoy, advirtiendo que el peor foco radica en el talón de mi pie izquierdo, por culpa de la artrosis, según me tiene diagnosticado mi médico de cabecera. Doy unos pasitos, cojeando ligeramente y, cuando llego a la cocina, ya camino casi normal. Como decía un viejo amigo: con los años nos ataca la enfermedad del Registro Civil y vamos tirando gracias a las medicinas“¡Terminas siendo hijo de una botica!” (me consolaba el hombre).

“Una vez aseado, tengo que salir a hacer las compras, para lo cual cuento con una plaza de abastos, varios comercios de ultramarinos y tres supermercados, en uno de los cuales una mayoría de empleadas se llaman Elena y, en el otro, Ana y hasta una guapa albanesa que se acaba de incorporar como cajera, se llama Anila. Yo suelo comprar en cualquiera de los establecimientos aludidos, según lo que me apetezca, de manera que para las flores y la verdura acudo a la plaza y, para las demás cosas, utilizo las grandes áreas, donde me encuentro con gente conocida del pueblo, señoras principalmente, con las que entablo conversación, como este mediodía, que me encontré a Carmucha, con un brazo en cabestrillo, la cual me explicó la causa, viendo mi expresión interrogativa: “De nenas caemos, de mozas tírannos e de vellas nos escacharramos”. Rara avis, una mujer con sentido del humor.”

“Mis productos preferidos son las hortalizas y el pescado, porque es lo que casa mejor con mi tercera edad... ¿o cuarta?... Un plato de brécoli, con huevo cocido y unas aceitunas o encurtido, regado con aceite o salsa de tomate, es lo que demanda mi salud ¡dónde van aquellos tiempos de los grandes cocidos, los chuletones gigantescos, los riquísimos callos y la típica empanada de xuobas! Es un recuerdo, que sería un tormento si la edad no se encargase de debilitar mi memoria para sumergir en la penumbra los bellos capítulos del pretérito.”

“Luego hice el recorrido de costumbre, de vuelta a casa, saludando a los amigos y vecinos que me encuentro, incluso a jóvenes muchachitas, que nunca vi delante, pero a las que observo con fijeza y que, claro, al cruzarnos, nos decimos adiós o hasta luego. Al parecer a ninguna molesté con mis vistazos analíticos; pero, si lo hicieran, tengo mi respuesta preparada: ”Mire, señorita, no me tome por un tipo impertinente. Lo que pasa es que es usted encantadora y no me puede negar que la dibuje en mi memoria, porque para mi es una de las poquísimas satisfacciones que me quedan en esta vida. Y ahora, permítame que me presente”. Bueno... nunca se dio el caso”

“Seguidamente, como de costumbre, compro el periódico de siempre y me siento a leerlo en el “Bar Narciso”, amablemente atendido por Marisa, Bea y Mary, que son como tres ángeles: atentas, ágiles, simpáticas y afectuosas. Allí se dan cita todos los funcionarios y autónomos que trabajan en unos 200 metros a la redonda y otras personas que están de paso por la villa y a eso de las once y media, el tono de las múltiples conversaciones está a punto de rebasar los decibelios permitidos. Pero todo vale, en medio de aquel jardín de chicas monísimas, modernas, escotadas y minifalderas. Desde el mostrador se destaca Paco, el del Pazo, y luego de recomendarme no salir nunca de casa sin el paraguas, me cuenta alguna anécdota, como la de hoy, referida a un médico que se llamaba Don Daniel y que cuando se encontraba con el cura de su parroquia, le decía: ”Dádelles á xente todo o de arriba; pero vos quedádesvos todo o de abaixo”.

“Mientras contemplo una fotografía que hay en el bar, que refleja la imagen de varios clientes desaparecidos, mi memoria me retrotrae a mi etapa de bohemia tabernaria, cuando hace poquitos años, dos o tres veces a la semana, nos reuníamos a charlar Merucho, Paulo Gradín, Carril y Lucho, con este cronista y el dueño del establecimiento, que era nada menos que Hipólito Rey, en torno a unas tazas de riquísimo Ribeiro. Eran unas xuntanzas inefables, donde salían a relucir cosas como el origen de la Romería Viquinga, el Ateneo del Ullán y sus presidentes, Baldomero Isorna y Faustino Rey Romero, del que Merucho se sabía de memoria todas sus poesías jocosas.

Y engarzado con lo anterior, evoco mi asistencia a varios de los festivales que celebra anualmente en las Torres de Oeste, el grupo organizador de la viquingada, con su capitán al frente, Miguel Lorenzo, cuyo padre era la mejor voz de la comarca, tanto en solitario como formando parte del coro de la localidad o un dúo con el que suscribe.

“¡Qué tiempos tan felices!”. Pero en un par de años, empezando por Hipólito, se fueron todos para el otro mundo. Me quedé yo solo para contarlo y para comprobar que, cuando alcanzas una edad avanzada, te encuentras fuera de lugar y rodeado de muchas y entrañables sombras”.

Como veréis, queridos lectores (si tengo alguno) a lo largo del día me persiguen pensamientos positivos y negativos, hablo cuando tengo con quien, paseo por prescripción facultativa, bebo mucha agua y tomo pastillas contra la tensión y el colesterol. Y así, de forma inexorable, se va acercando una nueva noche, me tomo mis frutas y yogures y veo un poco la televisión. A las once y media me da el sueño, estoy cansado y me acuesto para leer un rato cualquier revista. Luego apago la luz y, a punto de quedarme dormido, me pregunto: ¿qué hueso me dolerá mañana?...

sábado, 7 de noviembre de 2009

Festas de Guadalupe, por Mariano Casas

COMOXO volve coller os pinceis



Os familiares sorprendéronse: ¡Comoxo pintando!

Despois dun período longo sen coller os pinceis, Comoxo volve retomar a súa verdadeira afección: a pintura.

Se os amigos, tan preocupados polo tema, tiveran dúbidas ao respecto, aí teñen a foto demostrativa. Agora xa non poderán berrar máis co pintor (especialmente don Manuel Dourado). E se non me creen, a partir de agora estou disposto a publicar unha foto do que estou a facer, sempre que o meu blog funcione.

Saúdos a todos.

viernes, 6 de noviembre de 2009

BOROBÓ E RIANXO



SE NOS AGUÓ LA FIESTA DE GUADALUPE
(“Julio Sierra”)
Atlas en el Toral (La Noche, 13-9-1948)

La capilla de la Virgen de la Guadalupe en Rianxo tiene un tamaño proporcional al de la imagen que en ella se adora. La Virgen, tan venerada por los pescadores de toda la Arosa, se alza breve y morena, sobre una miniatura de torre. El predicador que la ensalza, en el domingo de su fiesta, sube a un púlpito improvisado a las puertas de la capilla. Habla a los miles de fieles que ocupan el amplio “espolón” de Rianxo, y casi todas las calles, y casi todos los muelles, pues la topografía de la villa es de tal suerte, que desde cualquier rincón puede escucharse la voz del orador sagrado.

Subido al púlpito, el predicador divisa a la ría entera. En primer término, los balandros y las lanchas colmadas de marineros devotos, quienes desde el nivel del mar, oyen cómodamente el sermón. Al fondo adivinada entre la cortina de la lluvia, la Isla de Arosa, y las villas… Nueva, García, Juan.

No siempre llueve el Día de la Guadalupe, pero ayer sí. Precisa y desgraciadamente este año en que por fin acudimos a la famosa fiesta de la villa natal de tanto artista. A la romería donde Manoel Antonio y los demás recibieron su tercera lección de estética. La primera la estudiaron en la ría maternal; la segunda en el Rianxo nativo, una aldea gótica de pescadores, apenas alterada por ciertos barroquismos discretos.

Acababa de terminar el sermón cuando la balandra ullana en que navegábamos fondeó en el puerto rianxeiro. Desde la mar, vimos descender la procesión hacia el muelle. Los santos sobresalían entre la multitud calada y callada. San Roque, la Virgen del Carmen, Santa Columba, patrona de Rianxo y posible patrona de nosotros los plumíferos; lleva una pluma en la mano, y un oso a los pies. Detrás Nuestra Señora de la Guadalupe rodeada de penitentes, de ofrecidas.

La procesión embarcó entera en pequeñas motonaves, remolcadas unas por otras. La náutica y procesional fila trazó un arco sobre el litoral, y desembarcó en el muelle más cercano a Tanxil. Habían quedado en la otra rampa sin embarcar los gigantes y cabezudos, todos tristes y llorosos. La pareja de gigantes era la de Padrón, cedida para la fiesta, el gigantón sufrió tan gran disgusto por quedarse en tierra, que le dio un vahído y cayó al suelo: cuando lo levantaron tenía la boca y nariz completamente destrozadas. Los cabezudos no salían desde muchos años atrás, pero este año el boticario nuevo los reparara y adecentara.

También el farmacéutico introdujo un número completamente inédito en las fiestas de Rianxo: la danza de las espadas. El entusiasta licenciado les enseñó una danza muy bella y que varía bastante de la de Carril. Bailan con una red, parodiando las faenas de pesca, en vez de cintas. Y en cada uno de los extremos, el capitán y el teniente blandían sendas espadas. El capitán era el hijo del alcalde.

jueves, 5 de noviembre de 2009

RIANXO, un trozo de cristal


Por Carlos García Bayón

"Tengo de Rianxo un recuerdo solar, un recuerdo de piedras y mares heráldicos, de hombres y vientos. Un día, solo, con la mano presta al vuelo, hice el itinerario de un poeta muerto. No llevaba sino el ámbito del alma, una solana para que cupiese en ella, exactamente, un pájaro o un verso, o una vela. Fue en Asados y todo el paisaje estaba lleno de los bergantines de Manuel Antonio. Desde entonces, ese recuerdo solar de Rianxo lo he guardado como guarda un niño un trozo de cristal. Lo tengo aquí, en mi mano, y mis dedos tan torpes de campesino, amenazan aplastarlo. Por sus galerías, esas hondas y mágicas avenidas del cristal, veo pasar la sangre, la carena, la gaviota y la aventura.

Hay marineros en su "peirao", tal como Castelao los dibuja con su mano maestra de traza sin tiempo; hay circunmeridianos con todos los ronseles posibles; y hay, quien lo diría, una ventana y en la ventana, el navegante que ha vuelto ¿Por qué donde mayor es la inmantación del mar es mayor el regazo de la casa y del muerto?

Si uno fuese a palpar los pueblos por lo que tienen de énfasis, de gesto, de tumulto y tránsito, en Rianxo, nada tendría que hacerse. Pero a los pueblos hay que medirlos por su silencio. Así medía Kant a los hombres. Hay que medirlos por la tensión, por el fuego escondido. Ruído lo hacen los cántaros vacíos. Yo metí aquel día de Asados mi mano límpia de resabios en la tierra materna de Rianxo. Apreté el barro entre los dedos, y el barro, la eternidad humana, la palpitante permanencia, me dijo el secreto. Y ese es aún, mi recuerdo solar, un fuego que va subterráneo, escondido, callado, y que al aflorar va siendo versos de Payo, "Cousas da vida" de Castelao, prosa de Dieste o velas abiertas de Manuel Antonio.

Yo guardo a Rianxo como un trozo de cristal"

martes, 3 de noviembre de 2009

A HERÁLDICA NAS TERRAS DE RIANXO: BRASÓNS E LIÑAXES


Libro editado pola Deputación Provincial da Coruña, en 1997, dos autores rianxeiros Xosé Comoxo e Xesús Santos.

Oxalá este traballo sirva para “acrecenta-lo respecto a uns monumentos que son fillos do pasado e que encerran a clave de moitos datos para a nosa historia, na que tanto queda por descubrir, porque os escudos heráldicos non son motivos de necia vaidade, senón páxinas de pedra que consignan nomes e feitos do pasado”

RIANXO ábrese a múltiples posibilidades na súa fermosa paisaxe, tradicións e unha longa historia de traballo e imaxinación: dende a rica arqueoloxía ate os grandes persoeiros que cambiaron os rumbos no proceso renovador de Galicia. Aquí todo ten certa singularidade e merece divulgarse e estudarse en profundidade. Este é o caso e nesta ocasión valia como exemplo o libro “A heráldica nas terras de Rianxo: brasón e liñaxes”, obra de Xosé Comoxo e Xesús Santos, resultado dun paciente traballo feito con agarimo á súa terra: revisando casas grandes e pazos, documentando, contrastando, fotografando ou debuxando esas pedras armerías que nos remiten a un tempo, a unhas fazañas consideradas nobres, a uns liñaxes, a unhas familias con apelidos chegados ate nós e que se difundiron máis alá do mar da Arousa.

Debemos entender as páxinas deste libro como un xeito máis de entrar na nosa identidade, coñecendo aspectos do pasado, imprescindibles para resolver mellor un futuro que tenta uniformalo todo, onde a imaxinación e a cualidade recobrarán altos valores e Rianxo ten todo iso e máis. Son estas terras e mares con moito de nobreza fidalguía, de solidariedade aberta aos camiños do traballo e da vida, contribuíndo sempre a dignificar Galicia, tal como marcaron eses guieiros que caracterizan aos rianxeiros. Castelao abriu a unha encrucillada de camiños, cruceiros, brasóns... esas “Cousas” que semellan esquecidas pero que son a esencia de Galicia.

Xa nos gustaría que todos os concellos tivesen aínda que fose breves introducións dando a coñecer aspectos da súa historia. Con elo estaríamos abrillantando as mil posibilidades de espazos, de canto pode ofrecer a cultura, os pazos, as casonas fidalgas ben trazadas en cantería, cos seu escudos sobre a porta para remitirnos a un pasado que non é máis que as nosas mesmas raizames. Dándoas a coñecer contribuímos a ese orgullo solidario co mundo de ofrecerlle a nosa mellor historia.

(Prólogo do libro)